Secado del jabón

Una vez desmoldado y cortado el jabón, es conveniente colocarlo en una habitación que esté bien ventilada para continuar con el proceso de secado. Durante este proceso se elimina cualquier residuo de hidróxido de sodio ( sosa ), lo que puede ir reflejando con el paso de los días cambios en el aspecto exterior del jabón.
Puede aparecer una fina capa de polvo o incluso una costra en la superficie del jabón. Esto es ceniza de sosa y se puede quitar raspando o incluso frotandolo con un trapo húmedo.
Puede ser de ayuda cubrir el jabón con un film transparente justo después de verterlo en el molde.
Durante el proceso de secado tambien podrás observar que el jabón encoge ligeramente. Además algunos colores pueden desvanecerse o volverse más pálidos; para reducir esta posibilidad da la vuelta al jabón regularmente para que todos los lados reciban la misma exposición a la luz durante el proceso de secado.
Los jabones elaborados mediante el proceso en frio aseguran que la glicerina, que es un valioso derivado del proceso de saponificación, permanezca en el jabón acabado, mientras que en la fabricación comercial del jabón, con frecuencia esta se extrae y se vende por separado.

( texto extraido de " El libro del jabón artesanal ")