Aquellas tiendas, aquellos recuerdos
Esta mañana un amigo de facebook nos daba los buenos días con esta foto antigua. No se si teneis pueblo, mi marido dice siempre: yo no tengo pueblo. Y me da penita.
Tampoco se si en todas partes se les llama colmados a las tiendas de pueblo donde se vendía de todo.
L@s que no teneis pueblo o much@s de vosotros por vuestra juventud no recordareis estas tiendas.
En mi pueblo, si mal no recuerdo habían 3, que además no tenían nombre, es decir cuando mi abuela me mandaba a comprar me decía: ves en ca la Daniela ( como se llamaba la dueña ), en ca Vitorino, en ca la Angustias ( la carnicera ) y eran así tal cual como las veis en la foto.
En realidad tampoco creais que había que ir mucho a comprar porque entonces, y más en los pueblos se comía de manera diferente. Mis abuelos tenían gallinas, o sea tambien huevos, pollos, conejos y tambien huerto. No tenían cerdos y sin embargo tenían siempre varios jamones colgando del techo de la casa que se estaban curando, y lo buenos que eran.
Recuerdo a mi abuelo sentado en una silla al lado de la lumbre ( o sea la chimenea ) con un trozo de pan, que íbamos a hacer nosotros mismos con el resto de la gente del pueblo, a la tahona, y encima del pan un trozo de grasa del jamón que iba cortando poco a poco con un cuchillo tipo navaja que solo usaba él. Lo cortaba, lo pinchaba con la misma punta del cuchillo y se lo comía, sin prisas. Mi abuelo era hombre de pocas palabras.
Yo tambien me comía bocadillos de grasa de jamón, estaban buenísimos, no se si eso habrá tenido que ver algo con mis actuales cartucheras jajaja.
No recuerdo haber comido nunca, ni macarrones, ni espaquettis etc en casa de mis abuelos sin embargo si muchos guisos, legumbres, cocido,chorizos ( hechos por mi abuela ). A veces me decían:
- que quieres merendar?
- y yo decía: jamon york.
Pues no os lo perdais que no había ni en la tienda, solo tenían en lata y claro no sabía igual y no me gustaba. Los del pueblo decían: estos forasteros que cosas más raras piden jaaj
En esas tiendas vendían absolutamente de todo o por lo menos de todo lo que se necesitaba para sobrevivir en un pueblo lo cual a mi viniendo de la ciudad me parecía algo escaso. Se lo ibas pidiendo a la “ tendera “ y no había donde escoger, te daba lo que tenía y punto, y tu tan contenta de que tuviera.
Cosa que te daba, cosa de la que apuntaba el precio con un lápiz en un trozo de cartón que pillaba por ahí para luego hacerte la cuenta.
Me estoy viendo, toda pequeña yendo a comprar, bajando por la calle donde vivía mi abuela. Llegaba a la puerta de la tienda, apartaba la cortina, y me asomaba, si la Daniela no estaba, porque podía estar perfectamente haciendo cosas en su casa, ya que vivía encima de la tienda, la llamabas en voz alta y ella bajaba.
No tengas miedo que nadie le robaba.
Si había gente en la tienda, te miraban de arriba abajo y si no te conocían te preguntaban:
- y tu de quien eres?
Les decías el “ mote “ de tus abuelos y entonces te decían:
- anda hermosa como has crecido que no te conocía.
Era todo……...
tan diferente,
que no me he dado cuenta de en que momento hemos cambiado tanto…...
Tal cual!!!. Me ha encantado tu relato.
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